Latasha, excristiana, Estados Unidos
Soy una estadounidense criada en una familia cristiana estrictamente religiosa. Por la época en que tenía 16 años de edad, yo era muy devota y religiosa. La iglesia era como mi segundo hogar, la disfrutaba mucho.
Había leído y estudiado la Biblia de manera regular. Todo el tiempo me había dado cuenta que había errores en la Biblia, muchas historias contradictorias. Así que le preguntaba a mi abuela o al pastor de la iglesia respecto a ello, pero nunca conseguí una respuesta sólida.
Se me dijo que simplemente no le prestara mucha atención ni me preocupara por esos pequeños detalles que no tenían mayor significado, y por un tiempo así lo hice.
Más adelante, después de cumplir los 20 años, fui nombrada pastora juvenil en mi iglesia local. Fue en esa época que mis estudios bíblicos se hicieron intensos. Mientras más estudiaba, más preguntas tenía.
Debido a la falta de respuestas que obtenía de la iglesia, decidí inscribirme en la Universidad Bíblica. "De seguro que allí obtendré respuestas", pensaba para mis adentros, pero no tuve tal suerte.
Nada podía aliviar mi mente, así que decidí renunciar al cargo de pastora juvenil, sentía que ya no podía liderar a la juventud, ya que estaba confundida y tenía dudas. Yo necesitaba de un líder, mi corazón estaba gritando en busca de algo de paz en tanta confusión.
Una noche encendí la televisión y estaba sintonizada la CNN, estaban transmitiendo un reporte acerca de Irak. Fue entonces cuando, en el fondo de las imágenes, vi a la mujer más hermosa que jamás haya visto, estaba vestida toda de negro de pies a cabeza, era muy modesta y eso la hacía más hermosa a mis ojos. Sabía que era una musulmana, pero no sabía cuáles eran las creencias de los musulmanes.
Quedé cautivada por su atuendo, esto provocó mi interés más que nada, mi corazón deseó de inmediato ser como ella, piadosa y modesta; así que ahí comenzó mi búsqueda.
Fui de inmediato a buscar en internet "vestimenta de musulmanas" y "velo del rostro de musulmanas", así fue como me encontré con las palabras hiyab y niqab. La Wikipedia también se refería a las mujeres que los vestían como hiyabis y niqabis.
Estas hiyabis y niqabis se convirtieron en mis nuevos modelos a seguir. Así que cambié de inmediato todos mis apodos en la red a "hiyabi" o "niqabi". Todavía no se me había ocurrido investigar sobre las creencias del Islam. Pero no pasaría mucho tiempo…
Una tarde, hubo una comida comunitaria al aire libre en mi barrio. Yo estaba sentada al lado de mi vecino más cercano, y por algún motivo resultamos hablando de religión.
Él me dijo: "¿Sabías que nosotros los cristianos probablemente tendremos problemas cuando nos paremos frente a Dios?".
Solo asentí con la cabeza, pero no estaba segura de a dónde iba él con eso.
Me dijo: "Sí, tu sabes que los musulmanes rezan fielmente cinco veces al día; y nosotros los cristianos escasamente sacamos tiempo para rezar una vez diaria".
¡Más curiosidad chisporroteó!
Pedí disculpas de inmediato y salí corriendo para mi casa. Encendí el computador y comencé a buscar en internet sobre las creencias de los musulmanes; quedé maravillada con sus creencias, pues parecía que se ajustaban perfectamente a las mías.
Pero quería estar segura de que no había sorpresas detrás de sus creencias, no quería que nada me fuera a meter en un círculo vicioso si decidía convertirme.
Las semanas siguientes me dirigí a la mezquita, que estaba a 80 kilómetros de distancia, para pedir información. Busqué en internet muy temprano en la mañana, leyendo todo acerca del Islam.
Después de un par de meses de investigación y lectura, decidí que quería convertirme. Fui en auto hasta la mezquita e hice la Shahadah. La paz entró en mi corazón y en mi alma como nunca antes. ¡Subhan Al-lah!